Creo que no hay postre más típico Asturiano que Les Casadielles o Casadiellas de Nuez... me parecen riquísimas, un poco trabajosas pero un éxito seguro para acompañar un café por la tarde o por la mañana!
Como veis, estas Casadielles tienen un nombre especial, por ser de la receta de una persona muy especial.
No se me olvidan las Casadiellas que nos traía Anina en nuestro trabajo y se nos hacía la boca agua cuando nos regalaba este postre tan típico así que esta entrada se la dedico a ella con todo mi cariño.
Anita: no son como las tuyas pero han salido buenísimas ;))
Hay muchas maneras y formas de hacerlas, se pueden o freír u hornear, pero estas son fritas, nada ligeras pero riquísimas.
Primero prepararemos una masa que dejaremos reposar en la nevera un día o unas horas... dependiendo de vuestra prisa. Yo la he dejado de un día para otro y el resultado es mucho mejor.
El mismo día o el día de antes preparamos el relleno, cuanto más tiempo lo dejemos reposar más manejable y "gordito" será.
Os dejo la receta y espero que os guste tanto como a mi:
Ingredientes para la masa:
Medio vaso de aceite de oliva suave
1 vaso de de vino blanco
1 cucharada de mantequilla o margarina
1 yema
Harina la necesaria
1 sobre de Royal
Sal
Ingredientes para el relleno:
1 taza de nuez molida
media taza de azúcar
1 copa de anís
media copa de agua
Para empezar mezclamos el aceite con el vino blanco y la sal. Removemos con unas varillas y vamos añandiendo el resto de los ingredientes por este orden: Mantequilla, la yema y vamos incorporando la harina hasta formar una masa manejable y que no se nos pegue a las manos. Amasamos para incorporar bien todos los ingredientes y formamos una bola que taparemos con un paño húmedo (para evitar que se nos seque la masa) y dejamos reposar en la nevera unas horas o de un día para otro.
Cuando tengamos preparada la masa, nos ponemos con el relleno. En un bol mezclamos la nuez (machacada en un mortero o en una trituradora) con la copa de anís, el azúcar y el agua. Formaremos una masa espesa.
Extendemos la masa con un rodillo y la dejamos fina, pero cuidado no del todo si no al rellenarlas y al freírlas se nos rompería.
Rellenamos y cerramos la masa ayudándonos con un poquito de agua para sellarla, con la ayuda de un tenedor presionamos los extremos para que no se nos salga el relleno y freímos en abundante aceite (suave) y muy caliente.
Las dejamos enfríar y espolvoreamos con azúcar blanca. Y listas!